La historia de Megan

Escucha la historia de Megan, una chica de 22 años, con sueños y ambiciones. Pero un día sintió que todo eso desaparecía:
«El momento en que me di cuenta de que estaba embarazada fue extremadamente angustioso. Nunca había estado tan asustada en toda mi vida. Me sentí como enferma del estómago…¿qué voy a hacer ahora? Me sentí muy sola. Estaba muy asustada de decírselo a mi familia, me sentía avergonzada de admitir que estaba embarazada. «¡Sólo tengo 22 años, tengo sueños y ambiciones!«.
En aquel momento sentí que todo eso desaparecía. Entonces me puse en contacto con la casa de maternidad de mi zona. Tuve una entrevista con ellos para ir allá, conocer la casa, ver cómo funcionaba… ¡Yo estaba furiosa!: alguien que yo ni siquiera conocía me estaba diciendo «Todo va a ir bien, puedes tener el bebé…» Y yo estaba en el extremo opuesto diciendo: «No, esto no es lo que yo quiero. Esto no estaba planificado. Es mi cuerpo y es mi decisión. Y sentía que, en la situación en la que estaba, la única opción para mi, era abortar. Y eso es lo que iba a hacer. Esa era mi elección. Ya había concertado una cita y estaba todo listo. Ya lo había decidido.
Pero aquella mujer seguía diciéndome: «No, Megan, tu niño tiene un sentido. Y este bebé tiene vida. No es solo tu vida, es la vida de este niño«. Esta palabras se me quedaron grabadas. Un día al despertarme sentí que lo ella decía era verdad: «este niño tiene un sentido y estoy embarazada por alguna razón«. No sabía que le depararía el futuro a este niño, pero sentí que no podría seguir adelante si abortaba, acabando con el embarazo y en definitiva matando a ese bebé. Después ya no podría reconciliarme con esa situación…
Entonces, decidí escoger la vida y quedarme con mi niña porque ella lo vale. Mi hija lo vale. Por encima de por lo que yo tenga pasar o de si mi novio va a salir o no en la foto, pase lo que pase, lo vamos a conseguir, esta niña lo va a conseguir.
Mi hija Serenity Grace ha cambiado mi vida para mejor. Es literalmente lo que su nombre significa. Ha devuelto la paz y la serenidad a mi vida. Y hoy yo no sería quien soy, si no la hubiera tenido. Cuando la abrazo y la miro y pienso en lo que podía haber sucedido y que casi decidí no tenerla… me siento muy agradecida de que ella esté hoy aquí y de haber escogido la vida.
Si te estás enfrentando a un embarazo no planificado, creo que es realmente importante entender que tu vida no se ha acabado. Tus sueños, tus planes todavía existen y los puedes realizar, pero seguramente de una manera distinta. Y probablemente todo va a ser un gran desafío, pero vale la pena. Toma una decisión con la que ambos podáis vivir. Escoge la vida.

Gracias a Choice42 por dejarnos compartir la historia de Megan